Hola Loli, siento mucho que estés en esta situación, y te doy la enhorabuena por tomar la decisión de quedarte cuidando a tu mama en vez de ingresarla en un centro. Lo que necesita ahora es amor y cariño de los suyos.
He repasado varios artículos sobre el tema y te escribo a continuación un resumen de los puntos mas importantes.
La Enfermedad de Alzheimer es una de las enfermedades más incapacitantes que existen, al ser una demencia progresiva que afecta a la memoria, al pensamiento y al lenguaje, además de a la habilidad de la persona para realizar las actividades diarias, puede provocar situaciones peligrosas en la vida cotidiana del paciente como perderse en la calle mientras pasea, dejar el gas abierto, etc, hast el punto de llegar a depender de terceros de forma absoluta.
Las personas con alzheimer pueden malgastar el dinero, comprar bienes innecesarios o, incluso, ser engañados por terceras personas
Es obvio que la persona con Alzheimer no está en condiciones de tomar decisiones sobre su vida, su patrimonio, ni tan siquiera sobre su persona, con libertad e independencia y, más temprano que tarde, va a necesitar a una persona que se ocupe las 24 horas de ella. Necesita de un tutor que le cuide, proteja y ejercite en su beneficio sus derechos.
El Código Civil en su artículo 200 establece que son causas de incapacitación las enfermedades o deficiencias de carácter físico o psíquico que sean persistentes e impidan a la persona gobernarse por si misma.
La persona con Alzheimer va a presentar un deterioro de su memoria, de su orientación espacio temporal, de sus facultades de reconocimiento de personas, así como un deterioro de otras capacidades cognitivas que le impedirán la correcta toma de decisiones para manejar su persona y asuntos económicos.
A los efectos de salvaguardar sus propios intereses, resulta necesario que un familiar asuma estas responsabilidades por la persona con alzheimer. Para que un familiar pueda asumir dicha responsabilidad, debe procederse previamente a la declaración de incapacidad legal y consiguiente su nombramiento como tutor legal.
Esta declaración de incapacidad legal y nombramiento de tutores debe realizarse en el marco de un procedimiento judicial ante los Juzgados de Primera Instancia del domicilio del presunto incapaz.
Dicho procedimiento judicial puede iniciarse mediante una demanda de declaración de incapacidad, formulada por los familiares del presunto incapaz, que deberá ir firmada por abogado y procurador.
Procedimiento judicial de incapacitación
Lo ideal es que el propio enfermo sea quien decida los cuidados que desea recibir y la persona que desea que asuma su representación y cuidado, lo cual deberá manifestar mediante el otorgamiento de una escritura notarial. Esta opción sólo es posible cuando el paciente es diagnosticado precozmente y todavía no tiene su capacidad para obrar mermada, ya que en otro caso habrá que acudir ineludiblemente al procedimiento judicial que se describe a continuación:
La solicitud de incapacitación, regulado en los artículos 748 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que se resume brevemente paso a paso a continuación:
1. El juez competente es el de Primera Instancia del lugar en que resida la persona con Alzheimer.
2. La declaración de incapacidad pueden promoverla por sus familiares directos (ascendentes, descendientes, hermanos, esposos o parejas de hecho) aunque, también, «médicos, trabajadores sociales, vecinos que creen que una persona no está en plenas facultades.
5. La persona con Alzheimer será defendida por el Ministerio Fiscal. En el caso que la persona con alzheimer no esté en condiciones de designar un abogado, y el procedimiento se hubiera iniciado a instancias del Ministerio Fiscal, se le designará un abogado de oficio.
6. Nunca se decidirá sobre la incapacitación sin previo dictamen pericial médico, acordado por el tribunal.
7. En dicho procedimiento se dará audiencia a los parientes a los efectos de que se pronuncien sobre la persona mas idónea para asumir las funciones de tutor.
8. La sentencia que declare la incapacitación determinará los límites y extensión de ésta, así como el régimen de tutela.
Esta sentencia nombrará a la persona que haya de asistir o representar al incapaz y velar por él.
Es importante que los familiares tengan en cuenta el tiempo en lograr la sentencia de incapacitación de una persona con alzheimer puede demorarse en cinco meses, en el caso de tratarse de un juzgado especializado en discapacidad de los que sólo existen entre 30 y 35 en toda España. En el caso del resto de juzgados, el tiempo se prolonga entre un año y dos.